Os vengo a hablar de las múltiples aplicaciones de un producto natural. El Aceite de Árbol de Té, originario de Australia, se obtiene destilando las hojas de un árbol llamado Melaleuca alternifolia.
Este aceite es incoloro, con un olor bastante fuerte, sus propiedades son numerosas, antiséptico, antiinflamatorio, desodorante, calmante, cicatrizante....
A continuación os voy a contar algunos truquillos para lo cual lo utilizo y me van de maravilla.
Para el acné, con un algodón empapado en agua añadimos unas gotas de aceite y aplicamos sobre el grano.
Para limpieza facial, añadimos unas gotitas a nuestra mascarilla y sentiremos un frescor y limpieza añadidos.
Es buenísimo para la piel seca y los eccemas, aplicándolo directamente en la zona afectada con un ligero masaje.
Para la exposición al sol, es un excelente calmante para quemaduras solares, diluirlo en agua, empapar en un algodón y aplicarlo en la zona afectada.
Para heridas y quemaduras, por su efecto antiséptico y cicatrizante es una alternativa natural y muy efectiva.
Para el pelo tanto graso como seco, si añadidos unas gotas a nuestro champú conseguiremos un extra de brillo.
Siempre ha de conservarse en lugar fresco y seco protegido del sol y en un envase de cristal.
Lo podéis encontrar en herboristerías, farmacias, parafarmacias.
Espero que os haya gustado el post. Besitos bellezones.
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